Beneficios de los edificios inteligentes
- Eficiencia energética.
Un edificio inteligente se comporta de manera inteligente y consume menos recursos, ya que los utiliza únicamente cuando los necesita.
Los Smart Buildings producen un consumo eficiente o desarrollan iniciativas sustentables que repercuten en la capacidad del propio edificio para autoabastecerse de su propia energía, generar y ahorrar recursos, adaptándose a las necesidades de sus usuarios.
- Reduce la huella de carbono.
Son edificios extremadamente limpios y respetuosos con el medio ambiente, ya que todos sus sistemas trabajan para el consumo energético óptimo. Por lo tanto, se trata de edificios más sostenibles.
- Máximo ahorro.
Los propietarios de este tipo de viviendas pueden ver cuánta energía están utilizando en tiempo real y cuánto cuesta. Esto puede llevar a tomar mejores decisiones (basadas en datos) y ahorrar en las facturas de los diferentes suministros como la calefacción, la luz, el agua, etc.
- Conectividad.
La conectividad es uno de los beneficios clave de los Smart Buildings, ya que permite unir a las personas y hacer la vida más fácil a los residentes. Un edificio inteligente se conecta con su entorno y permite mejorar la comunicación, tanto desde el punto de vista interno, como con su entorno urbano.
- Seguridad.
La seguridad en un Smart Building abarca soluciones de automatización que dan la protección contra robos, equipo contra incendios, contra choques eléctricos, contra cortos circuitos, detectores de humo, sensores de humedad, sensores de movimiento, monitoreo, control de accesos, control de iluminación, etc. Un edificio inteligente brinda un entorno de seguridad y tranquilidad.
- Flexibilidad.
Un edificio inteligente debe ser altamente adaptable, y ser capaz de incorporar las nuevas tecnologías a medida que surgen.
- Ergonomía y comodidad.
Los edificios inteligentes disponen de soluciones orientadas a mejorar la usabilidad y el confort de sus residentes, ya que uno de sus objetivos es hacer la vida más fácil a sus ocupantes.
- Accesibilidad.
Sistemas de iluminación inteligentes, puertas inteligentes, accesos adaptados para personas invidentes, con movilidad reducida, o de la tercera edad, etc, todo está pensado para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
- Mejorar la salud de sus residentes.
Un edificio inteligente cuenta con controles avanzados de climatización e iluminación que ayudan a mejorar la calidad del aire interior y los niveles de iluminación.
- Optimización de mantenimiento.
Los sistemas inteligentes permiten llevar un control total de los sistemas interconectados, llevando un seguimiento, detectando fallos y permitiendo repararlos de forma casi inmediata, antes de que la avería sea más grave y costosa. De ésta manera se logra pasar de un modelo de mantenimiento reactivo a uno predictivo.
