Cómo afecta el clima al proceso de construcción
El impacto del clima en las distintas etapas de la obra
Cada fase de una construcción se ve afectada de forma diferente por las condiciones del tiempo. No es lo mismo trabajar en la etapa de movimiento de suelos que en los acabados o en la instalación de estructuras metálicas. A continuación, repasamos los efectos más comunes:
Lluvias y humedad
Las lluvias son uno de los principales factores de retraso en las obras. Afectan la compactación del suelo, el fraguado del hormigón y la adherencia de pinturas o revestimientos. Además, pueden provocar anegamientos, erosión del terreno o filtraciones en estructuras no protegidas.
Precaución: planificar sistemas de drenaje temporales, cubrir materiales sensibles a la humedad y suspender trabajos de hormigonado cuando haya previsión de lluvias intensas. Es importante también controlar la humedad del ambiente al aplicar revestimientos o pinturas.
Altas temperaturas
El calor extremo acelera la evaporación del agua en el hormigón, lo que puede generar fisuras o pérdida de resistencia. También afecta el rendimiento de los trabajadores y la estabilidad de ciertos materiales, como los selladores o las membranas asfálticas.
Precaución: realizar tareas críticas durante las primeras horas del día, mantener los materiales hidratados, proteger las superficies recién fraguadas y ofrecer zonas de descanso con sombra e hidratación para el personal.
Bajas temperaturas y heladas
El frío también puede ser un enemigo silencioso. Las heladas impiden que el hormigón fragüe correctamente y pueden dañar morteros, pinturas o adhesivos. Además, la condensación y el hielo generan riesgos de resbalones y accidentes laborales.
Precaución: evitar hormigonar cuando la temperatura esté por debajo de 5 °C, utilizar aditivos anticongelantes y proteger las mezclas con mantas térmicas. En zonas muy frías, se recomienda el uso de equipos calefactores o carpas temporales para resguardar el área de trabajo.
Viento y tormentas
El viento fuerte puede representar un riesgo grave, especialmente en trabajos en altura o con estructuras livianas. También afecta la precisión en tareas como el pintado por pulverización o la colocación de paneles.
Precaución: asegurar andamios y elementos sueltos, suspender tareas de izado o montaje cuando haya alertas meteorológicas y utilizar sistemas de protección colectiva (redes, barandillas, anclajes). La supervisión constante es fundamental.
Radiación solar y exposición prolongada
Más allá de la temperatura, la radiación ultravioleta deteriora pinturas, plásticos, selladores y membranas impermeabilizantes. En los trabajadores, puede causar golpes de calor o problemas cutáneos.
Precaución: aplicar productos con protección UV, almacenar materiales a la sombra y fomentar el uso de ropa adecuada, sombreros y protector solar.
Planificación y gestión del riesgo climático
Las obras modernas deben incorporar planificación climática desde el diseño del proyecto. Esto implica:
- Consultar registros meteorológicos históricos de la zona para prever los meses más lluviosos o calurosos.
- Programar tareas críticas (como fundaciones, estructuras o impermeabilización) en épocas de clima estable.
- Diseñar cronogramas flexibles, con márgenes de contingencia para imprevistos.
- Implementar sistemas de monitoreo en tiempo real, que alerten sobre cambios bruscos del clima.
- Contar con seguros de obra que cubran posibles daños por fenómenos meteorológicos extremos.